Los ansiolíticos, sus riesgos y efectos

¿Cómo afectan los ansiolíticos?

Primeramente, los ansiolíticos actúan directamente en el cerebro y de esta manera consiguen que el paso de información entre neuronas sea más lento.

En segundo lugar, lo hace aumentando la acción de un neurotransmisor llamado GABA, que les comunica a las neuronas que vayan más lentas. Por ese motivo, tienen importantes efectos secundarios.

Efectos secundarios:

Crean tolerancia.

Como resultado quiere decir, que su efecto es menor con el paso del tiempo con una misma dosis. Eso ocurre, si lo tomas más tiempo de lo previsto.

Te puede debilitar.

Por esa razón, te puede producir dificultad para concentrarte, somnolencia, flojedad muscular, reducción del estado de alarma y mareos. Así que, si tu médico te recomienda tomarlos, es aconsejable no saber sus efectos secundarios por lo menos hasta, poder valorar en qué medida te afectan.

Crean dependencia.

Principalmente, uno de los mayores problemas que te puede provocar es la dependencia. Como consecuencia, si se dejan de golpe pueden causarte un síndrome de abstinencia, con síntomas como nerviosismo cefaleas, etc.

Por eso, los médicos no lo recetan a la ligera, pero si es importante que si te los receta, cumplas con todas las pautas que te marque el especialista.

¿Consumimos demasiados ansiolíticos?

Actualmente, el consumo de ansiolíticos se está disparando. De hecho, está alcanzando unos niveles que pueden ser perjudiciales para la salud.

Según, informan la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), que los medicamentos más vendidos en las farmacias son los ansiolíticos. De hecho, los resultados de los datos recogidos demuestran, que el 50% de los españoles han tomado ansiolíticos en alguna ocasión. Por consiguiente, la tendencia cada año está subiendo en vez de bajar.

Por ese motivo, las autoridades sanitarias siempre advierten de que los ansiolíticos, crean una fuerte adicción en la que cada vez necesitas más dosis.

Problemas con el consumo de ansiolíticos.

Por consiguiente, tenemos un problema con los ansiolíticos, si se usan de manera prolongada. Por lo que, a veces se recurre muy fácilmente a ellos, como por ejemplo en una situación de nervios, estrés, (como la actual) o ansiedad ligera, ansiedad al dormir, dificultad para conciliar el sueño, vivir un hecho traumático, problemas personales o laborales y etc.

En general, estos fármacos están indicados cuando padeces una ansiedad tan intensa que te impide llevar una vida normal y para un periodo corto de tiempo. Ya que como resultado, son depresores del sistema nervioso central causando relajación muscular, sueño, sedación y crean dependencia.

Consejos.

Si de alguna manera puedes evitar tomar ansiolíticos, deberías dejarlos como último recurso y si no es posible habla con un especialista. Así que antes de recurrir a ellos, hay muchas otras opciones que puedes probar antes, como por ejemplo:

• Acudir a un psicólogo.
• Practicar terapias o técnicas de relajación.
• Darle tono al nervio vago.
• Recurrir a la medicina natural.
• Cuidar tu alimentación y llevar una vida sana.
• Practica deporte diariamente según tus posibilidades.

Advertencia.

No obstante, la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SemFyc), ha reconocido que no es conveniente medicar situaciones que realmente no sean patológicas. Por lo tanto, se debería ayudar a los pacientes a encontrar otras soluciones para combatir la ansiedad.

Lista de libros que recomiendo por sus resultados:

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